Esto me llegó hace poco de parte de una amiga que no veía hace unos 15 años. La encontré hace una semana en un viaje a Cumaná. Opinión interesante sobre el dar y recibir (o como dice un primo "Haz el bien y aguanta el coñazo"):
Sres.
Definitivamente para poder recibir primero tenemos que aprender a dar, todos formamos parte del mismo ciclo, del mismo TODO! Debemos saber que propiedades como el orgullo, la soberbia, la mentira lo único que nos proporcionan es perdida de tiempo, tiempo que podemos provechar para amarnos, utilizando la simplicidad que se nos dio cuando nacimos, aquella que hemos perdido con el paso de los años convirtiéndonos en ADULTOS, y poco a poco, cercenando nuestra propia espontaneidad y por lo tanto limitando nuestras experiencia. Y cabe la pregunta… vale la pena esto? Para que nos sirve? Nos hace mejores personas? o nos dejamos llevar por lo que nuestro círculo de amigos establece como correcto?
Pensemos un poco y démonos cuenta que la vida es un soplido, y mientras tanto estamos perdiendo nuestra vida (aquella tan corta) con parámetros establecidos… VIVIENDO LA VIDA QUE OTROS QUIEREN QUE VIVAMOS!
Love,
Franciali
¿HAY QUE DAR PARA RECIBIR? Cuando en nuestra vida recibimos y aceptamos libremente con humildad muestras de afecto, cumplidos, respeto, admiración, etc., estamos aceptando que merecemos todo lo bueno que la vida nos ofrece fácilmente, y aunque estas características no pertenecen al dinero o al mundo material en si, es un acto de la conciencia del merecer y aceptar. En cambio si el recibir un elogio es motivo de pena, y si alguien nos dice ´gracias´ contestamos con un ´no fue nada´, le estamos restando valor a nuestras capacidades. Estaremos rechazando el flujo del recibir.
Si damos estas mismas muestras de respeto, admiración y cortesía a nuestros semejantes, no debemos dudar que se nos serán devueltas, multiplicadas, pero hay que estar abiertos a recibirlo, hay que aceptarlo. Si no lo hacemos, es posible que no venga, hasta que estemos preparados para ello. Cuando nosotros no sabemos dar amor, respeto o no valoramos las acciones de los demás, estamos cerrando nuestra conciencia de dar. El dar sin esperar nada a cambio nos brinda la oportunidad de sentirnos útiles, el dar también nos provee de satisfacciones.
Cuando decimos que al dar no debes esperar nada a cambio, es realmente que no debes exigir que la persona a la que le estás dando responda como tu quieres o deseas. Es cierto que es maravilloso cuando alguien responde recíprocamente a nuestras muestras de amor y ayuda, pero si no lo hace en el momento en que lo esperas, alguien lo hará en un futuro. Si en este momento tu ayudas a alguien y ese alguien no lo valoró dándote la espalda en el momento en que tu lo necesitabas, vendrá otra persona que sabrá extenderte la mano. En la vida, no hay nada que quede sin recompensa, todo se devuelve, y si has hecho el bien, ese bien regresará a ti manifestado en las diferentes personas que conozcas y en las diferentes circunstancias que se te presenten.
El no saber dar, es un estado de pobreza también, independientemente del dinero que pudieras tener concentrado en el banco. El no saber dar te lleva a un estado de vacío interior permanente que se irá ampliando en la medida en que no lo comprendas. Te lleva a pensar que nadie te quiere y que nadie te valora, cuando en realidad serías tu quien no ha aprendido a querer ni a valorar a los demás.
La riqueza es la manifestación del flujo recíproco entre el dar y el recibir. Si crees que mereces la riqueza y la aceptas como parte de tu vida, ésta llegará. Sólo que aquí no debemos sentir culpas de ninguna índole
No comments:
Post a Comment